El manual secreto del fast fashion: por qué muchas marcas suenan igual | Placevo

El manual secreto del fast fashion: por qué muchas marcas suenan igual

Existe un método que nunca falla.
Un clásico no escrito que muchas marcas de ropa parecen seguir al pie de la letra:1 

1 Toma una prenda básica.

2 Estampa un logo gigante.

3 Haz las fotos con la misma pose que todos.

4 Súbelo con una frase genérica tipo “nueva colección disponible”.

5 Repite hasta que nadie mire.

6 Lanza otra tanda igual.

Es cómodo.
Es rápido.
Y, sobre todo, no requiere pensar demasiado.

No importa si la prenda no tiene alma.
No importa si es igual que la de al lado.
Mientras el logo sea grande… supuestamente funciona.

Pero cada vez se nota más: las marcas se copian sin pudor.
Mismos colores. Mismos cortes. Mismos slogans. Mismo todo.
Como una fotocopiadora infinita que nadie se molesta en apagar.

Y quizá por eso, cuando aparece algo distinto —aunque sea pequeño, imperfecto o raro— llama más la atención que cualquier logo gigante.

Porque lo fácil es seguir la fórmula.
Lo difícil es romper el guion.

Y ahí es donde se ve quién realmente quiere crear con intención…
…y quién solo quiere rellenar catálogo.

 

The Secret Manual of Fast Fashion: Why So Many Brands Feel the Same

There’s a method that never fails.
A classic unwritten rulebook that most clothing brands seem to follow step by step:

1 Take a basic garment.

2 Slap a giant logo on it.

3 Shoot it with the same poses as everyone else.

4 Post it with a generic caption like “new drop available.”

5 Repeat until no one’s looking.

6 Launch another batch exactly the same.

It’s easy.
It’s fast.
And best of all, it doesn’t require much thought.

Doesn’t matter if the piece has no soul.
Doesn’t matter if it’s identical to the next.
As long as the logo’s big… it’s supposed to work.

But more and more, it shows: brands are copying each other without shame.
Same colours. Same cuts. Same campaigns. Same everything.
Like an endless photocopier no one bothers to turn off.

And maybe that’s why, when something different shows up — even if it’s small, imperfect or weird — it grabs more attention than any oversized logo.

Because following the formula is easy.
Breaking the script is hard.

And that’s where you see who truly wants to create with intention…
…and who’s just filling space in a catalogue.